Cierto, la historia de Costa Rica no es, ni ha sido, color de rosa. Y el Partido Comunista, a su manera, contribuyó a que no lo fuera. Tampoco ha sido la nuestra una historia roja, sino en la cual varios colores partidarios han contribuido a forjar una sociedad hoy en profundo cambio, jalonada recientemente por demasiados pocos colores con una tonalidad escasamente divergente entre sí. Pero apuntemos asimismo que la sociedad del porvenir inmediato se está decidiendo hoy y que la suerte no se encuentra ya echada por completo. Que la Costa Rica del próximo mañana la estamos construyendo en el presente, sin duda con nuestras acciones y omisiones. La historia no es color de rosa —lo reitero— es un recuento historiográfico más bien somero de la evolución del Partido Comunista de Costa Rica en estos 75 años. Se encuentra dividido en los siguientes capítulos: uno dedicado a “los antecedentes y fundación del Partido Comunista de Costa Rica”; otro al “Partido Comunista en los años cuarenta”; el siguiente al “Partido Comunista en nueva etapa de su historia”; el próximo al “Partido Comunista en la nueva correlación de fuerzas a nivel nacional e internacional”; al cual sigue “el Partido Comunista en medio de la Revolución Cubana” y uno final dedicado al “Partido Comunista después de la caída del Muro de Berlín”, además de unas conclusiones, todo ello en 212 páginas.Fragmento de la reseña de Jorge Rovira Mas en Revista de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica
