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NO IMPORTA EXISTE EL VIENTO (2009). Silvia Piranesi. ISBN: 9968-834-07-5

Si a partir de los efectos que produce en mí, tuviera yo que describir la escritura de Silvia, su trabajo literario y estético, diría que es visceral, y cuando digo visceral no quiero decir irreflexivo o meramente pulsional; todo lo contrario: su trabajo poético es una búsqueda de absoluta precisión en las imágenes, marcada, eso sí, por la certeza de saber que nada, absolutamente nada puede ser preciso cuando lo que hay entre uno y el otro, entre uno y el mundo, entre uno y el tiempo, son las palabras. Se trata, entonces, como en el universo de Giovanni Battista Piranesi, artista y arquitecto del siglo XVIII y sus famosas cárceles, de una propuesta estética atravesada por efectos de contraste, por un cuestionamiento permanente de los significados, o, para decirlo de otra forma, un espacio textual paradójico y cicatrizado por escaleras, arcos y sombras que, al igual que en esas cárceles, llevan a cualquier parte y a ninguna. Y Silvia trabaja sobre eso, recorre esas escaleras, una y otra vez, absolutamente consciente de que cada caída en ese absurdo interminable es el germen de una recuperación. El viento quiebra la rigidez ortográfica y semántica de la palabra pavimento, instalándose como una imagen de lo que transcurre, de lo que muta, de lo inasible; antítesis, pues, de la rigidez obsesiva del pavimento. El poema nos hace pasar de un registro visual de la inmovilidad y la rigidez, representado por el pavimento, a una idea de movimiento expresada por el viento, que es reforzada aún más hacia el final del poema, con el término espasmos, y más precisamente con “espasmos vienen”. El viento, en definitiva, constituye un eje articulador de todo el poemario y esto queda debidamente anunciado con el epígrafe de Samuel Beckett, y del cual Silvia extrae un verso para titular su obra.
Fragmento de la reseña de Laura Flores en el blog La Casa de Asterión
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