Compiladora: Dlia Mc Donald Woolery.
La Alianza Francesa se propuso entonces una ambiciosa tarea: encargar la edición de un libro que recogiera poesía costarricense que se hubiera quedado en el anaquel de los libros olvidados, o en páginas de periódicos y revistas del ayer. El proyecto se entregó a la poeta Dlia Mc Donald, quien durante varios meses hizo una meticulosa labor de detective de la palabra y configuró una obra en la que ha recuperado muchas páginas desconocidas para las nuevas generaciones de lectores. En algunos casos, Pregoneros de la memoria, como se ha titulado, nos alerta sobre ángulos poco divulgados de personajes relevantes de las letras y la política, como don Alberto Cañas. En otros, nos entrega palabras que solo habían sido recogidas en publicaciones efímeras y que merecen ser recuperadas, como ocurre con las de Alicia Albertazzi, en el poema Han pasado los años y la vida. Por cierto que se incluye también un poema de su padre, don José Albertazzi Avendaño, que fuera predilecto de los declamadores populares, dedicado a la figura del limpiabotas. Mc Donald ha recuperado, asimismo, a poetas que durante más de dos décadas han guardado silencio, como Mariamalia Sotela.
Fragmento del artículo de Marjorie Ross en revista Áncora
La Alianza Francesa se propuso entonces una ambiciosa tarea: encargar la edición de un libro que recogiera poesía costarricense que se hubiera quedado en el anaquel de los libros olvidados, o en páginas de periódicos y revistas del ayer. El proyecto se entregó a la poeta Dlia Mc Donald, quien durante varios meses hizo una meticulosa labor de detective de la palabra y configuró una obra en la que ha recuperado muchas páginas desconocidas para las nuevas generaciones de lectores. En algunos casos, Pregoneros de la memoria, como se ha titulado, nos alerta sobre ángulos poco divulgados de personajes relevantes de las letras y la política, como don Alberto Cañas. En otros, nos entrega palabras que solo habían sido recogidas en publicaciones efímeras y que merecen ser recuperadas, como ocurre con las de Alicia Albertazzi, en el poema Han pasado los años y la vida. Por cierto que se incluye también un poema de su padre, don José Albertazzi Avendaño, que fuera predilecto de los declamadores populares, dedicado a la figura del limpiabotas. Mc Donald ha recuperado, asimismo, a poetas que durante más de dos décadas han guardado silencio, como Mariamalia Sotela.
Fragmento del artículo de Marjorie Ross en revista Áncora