A
Contre -como insiste en que le llame el mundo- lo encontramos siempre en el frente: en el sindicato, en la calle, en el aula; arengando consignas, repartiendo volantes, exprimiendo la palabra; denunciando atropellos, evidenciando corruptos. Entre el
Contre poeta y el
Contre beligerante no hay distinción. Su palabra elocuente, directa, mordaz no contradice la coherencia de su accionar, cosa difícil en nuestros días.
________________________________________________________________________________________
A Contre -como insiste en que le llame el mundo- lo encontramos siempre en el frente: en el sindicato, en la calle, en el aula; arengando consignas, repartiendo volantes, exprimiendo la palabra; denunciando atropellos, evidenciando corruptos. Entre el Contre poeta y el Contre beligerante no hay distinción. Su palabra elocuente, directa, mordaz no contradice la coherencia de su accionar, cosa difícil en nuestros días.
