El cuento de Tormy está basado en parte en la realidad de esta gatita prodigiosa: Tormy es bella; Tormy canta como los pájaros para atraerlos y atraparlos; Tormy mordisquea el papel como los ratones; a Tormy le encanta escuchar el rumor del agua que corre; y Tormy duerme acurrucada a Donaldo, mi nietecito. Como cazaba pájaros, una vecina refunfuñona se quejó y la condenó a permanecer encerrada en la casa. Hasta aquí la realidad. Deseo que mis lectores vean en esta historia cómo la magia de una fantasí transforma lo malo y negativo en algo positivo: desde hace un par de años Tormy vivie aprisionada en la casa, sin gozar del aire libre, ni del sol, ni de las flores, ni de los juegos gatunos; pero en mi cuarto volvió a ser feliz, libre y al lado de su querido Donaldito. Me gustaría mucho que las fabulosas aventuras de Tormy y Donaldito deleitaran a todos los niños que lean este librito. Y ojalá a lo largo d ela vida ustedes aprendan a convertir la realidad en algo agradable y hasta divertido. Yo he hecho ésta mi norma.
Palabras de la autora