El libro que en esta ocasión publica la Escuela de Formación Sindical del Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica (SINDEU) debe su contenido al valioso aporte del profesor, Gerardo Contreras, a quien conocimos desde la década de los setenta, renovador de la histografía costarricense, fundamentalmente en la defensa de la clase trabajadora, por sus análisis sistemáticos del sistema capitalista y de los proyectos de penetración del imperialismo en América Latina. Este compañero académico y militante, comprometido, hoy nos presenta un trabajo que refleja su evolución personal, intelectual en el campo histográfico, que nos permite concebir nuestra identidad político-cultural autónoma y autóctona. Sabemos de antemano que este aporte contribuirá en la formación y al debaté político y académico propio de nuestro sindicato, para así con mayor claridad podamos enfrentar el proceso de globalización económica y las posturas del capitalismo salvaje a que nos ha conducido el neoliberalismo, como muy bien lo ha reconocido Su Santidad Juan Pablo II.
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El libro que en esta ocasión publica la Escuela de Formación Sindical del Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica (SINDEU) debe su contenido al valioso aporte del profesor, Gerardo Contreras, a quien conocimos desde la década de los setenta, renovador de la histografía costarricense, fundamentalmente en la defensa de la clase trabajadora, por sus análisis sistemáticos del sistema capitalista y de los proyectos de penetración del imperialismo en América Latina. Este compañero académico y militante, comprometido, hoy nos presenta un trabajo que refleja su evolución personal, intelectual en el campo histográfico, que nos permite concebir nuestra identidad político-cultural autónoma y autóctona. Sabemos de antemano que este aporte contribuirá en la formación y al debaté político y académico propio de nuestro sindicato, para así con mayor claridad podamos enfrentar el proceso de globalización económica y las posturas del capitalismo salvaje a que nos ha conducido el neoliberalismo, como muy bien lo ha reconocido Su Santidad Juan Pablo II. 
